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LO QUE COCINO EN CASA

Y algo más...

viernes, 18 de febrero de 2011

FILETES DE LOMO DE CERDO EN SALSA LIGERA CON GUARNICIÓN DE VERDURAS



Ingredientes:
3-4 filetitos de lomo de cerdo (o un par de chuletas) por comensal, según tamaño
200 gr judías verdes
3 zanahorias
200 gr de champiñones
1 diente de ajo
1 chorreoncito de vino blanco
unas cuantas hebras de azafrán
aceite de oliva virgen extra
pimienta negra molida
1 pizca de colorante alimenticio
agua
sal

Elaboración:
Salpimentamos los filetes (o chuletas) y freímos ligeramente en la sartén con aceite de oliva virgen extra; basta con un par de minutos por cada lado. No deben quedar muy hechos ya que posteriormente tendrán que seguir cocinándose. Los sacamos y echamos en una olla o cazuela.

Hacemos un majado en el mortero con el ajo y azafrán, le añadimos un chorreoncito de vino blanco y añadimos el resultado a la cazuela junto con los filetes.

Se añaden también las verduras previamente bien lavadas y cortadas; las judías verdes en trozo de un par de centímetros y las zanahorias en rodajas. También le añadimos el champiñón bien lavado y cortado en trozos más bien grandes, ya que al cocer menguará bastante su tamaño. (Podéis añadir a este plato cualquier otra verdura de vuestro agrado: alcachofas, guisantes, coliflor, brócoli, habas... Sólo tendréis que tener en cuenta los tiempos de cocción para añadirla al guiso en el momento oportuno y no se nos quede dura o demasiado blanda).

Cubriremos el guiso con agua al ras y rectificaremos de sal. Dejaremos hervir hasta que las verduras estén cocidas y quede un poco de caldo (este caldo es una salsa muy ligera, con los sabores de los jugos de la carne y de las verduras hervidas). Si queremos espesarla un poco más, tomaremos varias cucharadas de verduras y las pasamos por la batidora, agregando el resultado al guiso y dejando hervir unos minutos más.

Buen provecho.

martes, 15 de febrero de 2011

BACALAO ENCEBOLLADO DE CUARESMA


Si bien es un plato que ahora se puede preparar todo el año, no deja de ser un plato típico de cuaresma y Semana Santa en la provincia de Jaén y en muchos lugares de nuestro país. Y es que el deber cristiano conocido como “vigilia” se ha convertido en una deliciosa tradición culinaria para estas fechas.
Aunque ya muchas familias no siguen tan estrictamente los dictados de las tradiciones religiosas, estas costumbres son una buena excusa para ofrecer a los suyos recetas típicas, de sabor añejo y muy elaboradas, que cada vez son menos habituales en los hogares debido al ritmo de vida tan ajetreado que llevamos.
Esta receta que hoy os presento se preparaba en casa de mis padres con anterioridad al Viernes Santo para tenerla disponible para este día. Cuando volvíamos a casa después de acompañar a las procesiones, sólo teníamos que calentar y servir.
En cada pueblo de nuestra provincia, y en cada hogar diría yo, se prepara de una forma diferente, dándole su toque particular. Aquí os explico cómo hacía este plato mi madre y cómo lo sigo haciendo yo. ¡Exquisito este bacalao! ¡Y facilísimo de preparar!

Ingredientes:
1 kg de bacalao desalado
1/2 cebolla
1 trozo pequeño de pimiento rojo
3 cucharadas soperas de tomate triturado
1 diente de ajo
unas ramitas de perejil
unas cuantas hebras de azafrán
aceite de oliva virgen extra
harina
1 pizca de colorante alimenticio
20 gr de piñones
1 huevo entero
2 huevos cocidos
agua
sal

Elaboración:
Trocear y desalar el bacalao (durante 2 días en el frigorífico, cambiando el agua cada 8 horas).

Escurrir bien el bacalao, enharinar y freír en una sartén con aceite de oliva virgen extra. Sacar y reservar en una cazuela.

En una sartén aparte, haremos un sofrito con 5-6 cucharadas del aceite en el que hemos frito el bacalao, la cebolla picada, el trozo de pimiento rojo -entero, sin trocear- y el tomate triturado. Una vez realizado el sofrito, añadir también a la cazuela.

También le añadiremos un majado de ajo, perejil y azafrán realizado con el mortero.

Una vez preparado todo esto, cubrir con agua, añadir los piñones, una pizca de sal, una pizca de colorante alimenticio y poner al fuego. Cuando rompa a hervir, le estrellaremos el huevo entero, removiendo con ciudado para no romper las tajadas de bacalao, y también le añadiremos los dos huevos cocidos picados.

Dejar cocer a fuego suave hasta que ligue el caldo (con 5 ó 6 minutos será suficiente).

Retirar el trozo de pimiento rojo antes de servir.

Buen provecho.

sábado, 12 de febrero de 2011

PESCADO EN BLANCO


En casa, cuando alguno estaba mal del estómago, era y sigue siendo costumbre preparar esta ligera receta de pescado “en blanco”, una tradicional de sopa de pescado, llamada muchas veces “en blanco” a secas, que normalmente se hace con pescada, rosada o cualquier pescado blanco que se tenga a mano.
Para prepararla se hace un caldo corto, a base de verduras, aromatizado con laurel y perejil, en el que luego se le da un breve hervor al pescado.

Ingredientes:
1/2 cebolla
1 tomate maduro
1 patata mediana
1 trozo de pimiento rojo (o verde)
1 chorreoncito de aceite de oliva virgen extra
2 hojas de laurel
unas ramitas de perejil picado
300 gr de pescado en filetes (pescada o rosada)
unos granos de pimienta negra
sal
una pizca de colorante alimenticio

Elaboración:
Preparamos el caldo corto poniendo en una olla 1,5 litros de agua. Ponemos a calentar y añadimos la cebolla pelada y en trozos medianos, el tomate pelado y en trozos, el pimiento picado en dados o tiras, el laurel, los granos de pimienta negra y la patata pelada y en rodajas finas.

Añadimos un poco de sal, un chorrito de aceite de oliva virgen extra, aderezamos con el perejil picado y una pizca de colorante alimenticio. Dejamos cocer a fuego moderado, tapado, unos 20-25 minutos, o hasta que todo quede bien tierno.

En este punto añadimos el pescado, limpio de piel y espinas, y dejamos cocer unos 5 minutos, lo justo para que el pescado quede tierno.

Sirvimos al momento. La costumbre es servir esta sopa con un trocito de limón, que el comensal exprimirá sobre el caldo justo a la hora de tomarlo.

Si quieres puedes hacer una versión más rica, añadiendo gambas peladas u otros pescados. Sana, barata y deliciosa.

Esta es una receta que también podemos utilizar, no solo cuando estamos “malitos”, sino cuando durante algunas fiestas y celebraciones hemos cometido algunos excesos que nos han dejado algún "kilito" de más.

Buen provecho.

miércoles, 9 de febrero de 2011

POTAJE DE GARBANZOS CON ESPINACAS, BACALAO Y PANECILLOS


Esta es la receta del típico potaje de vigilia o potaje de Semana Santa que tradicionalmente se ha servido los viernes de cuaresma en España. Debido a la prohibición religiosa de comer carne en este período, este plato contiene como aporte proteínico el bacalao en salazón.
El nombre que yo le doy a esta receta: "Potaje de Garbanzos con Espinacas, Bacalao y Panecillos", alude a los ingredientes protagonistas de este plato. Se considera uno de los platos más tradicionales de la gastronomía andaluza de Semana Santa.
El bacalao en salazón era una alternativa ideal (-y muy rica desde luego-) al pescado fresco en aquellos lugares alejados de la costa, en tiempos no tan lejanos en los que no existían los adelantos del frigorífico.

Ingredientes:
450 gr de garbanzos remojados
200 gr de bacalao en salazón
100 gr de espinacas congeladas
1 trozo de pimiento rojo
1 hoja de laurel
3 dientes de ajo
1/2 cucharadita de pimentón dulce de La Vera
1/2 cucharadita de cominos
1 patata grande
aceite de oliva virgen extra
agua
sal
una pizca de colorante alimenticio
dos huevos cocidos

Para los panecillos:
2 huevos enteros
miga de pan desmigada (o pan rallado)
1 diente de ajo
1 ramita de perejil
agua
sal
aceite de oliva virgen extra, para freír los panecillos.

Elaboración:
Previamente a la elaboración del plato, desalar el bacalao durante 24 horas, cambiando el agua varias veces (cada 8 horas); otra opción es cómpralo ya desalado, para ahorrar tiempo. Hoy lo podemos encontrar congelado y listo para cocinar al punto de sal. Sólo tenemos que descongelarlo y tenerlo dispuesto para cocinar (además suele venir muy limpio de espinas).

Pondremos también previamente los garbanzos a remojo la noche anterior. Si no son muy tiernos, podemos añadir una pizca de bicarbonato.

Vamos a realizar este plato en una olla express. Para ello, echaremos los garbanzos remojados en la olla express con el trozo de pimiento rojo, 1 hoja de laurel y sal. Añadiremos agua para que los cubra y algo más, y dejaremos cocer durante 40-45 minutos, a partir de cuando comience a girar y silbar la pesa. Los garbanzos no deben de quedar blandos, ya que tendrán que seguir cociendo con el resto de ingredientes que añadiremos a esta receta.

Abrimos la olla, retiramos el pimiento rojo (-lo desechamos-) y apañamos los garbanzos con un sofrito que realizaremos de la siguiente manera: en una sartén con tres o cuatro cucharadas de aceite sofreímos los tres dientes de ajo pelados y fileteados; cuando estén tiernos, añadiremos media cucharadita de pimentón dulce de La Vera; removemos bien, apartamos del fuego y le añadimos varias cucharadas de garbanzos de la olla que hemos hervido. Mareamos todo un poco en la sartén y el resultado lo añadimos nuevamente a la olla (en este momento podemos retirar los ajos del guiso si no es de vuestro agrado encontrare con ellos en el resultado final del plato; ya han realizado su función de aromatizar el guiso). Añadiremos también la media cucharadita de cominos bien machacados previamente en el mortero (para favorecer la digestión), y una pizca de colorante alimenticio.

Añadimos las espinacas y las patatas cortadas a trozos y cascadas. Rectificar de sal.
Dejamos hervir durante 15-20 minutos, hasta que ligue el caldo y las patatas estén bien hechas. Unos minutos antes de finalizar la cocción le agregaremos el bacalao, que habremos frito, sin enharinar, a fuego muy suave. Podemos añadir las tajadas enteras o desmenuzarlas en lascas para eliminar las espinas.

Por último, haremos los panecillos. Para ello, batimos los dos huevos enteros con algo de sal. En un mortero machacamos un diente de ajo y una ramita de perejil, se añaden unas gotas de agua (la justa para desprender el majado del mortero) y agregamos al huevo batido. Añadimos miga de pan bien desmenuzada (o pan rallado) hasta que espese. Remover bien y freír en porciones de una cucharada sopera (cada cucharada será un panecillo), aplastándolos un poco cuando los echemos a la sartén; reservar en papel absorbente y posteriormente añadir al guiso.

Es habitual añadir a este potaje un par de huevos cocidos (como he indicado en los ingredientes), cortados en cuartos o en trozos más bien grandes (en esta ocasión, yo no los he añadido).

Buen provecho.

sábado, 5 de febrero de 2011

PATATAS A LO POBRE


Estas patatas están tan ricas que creo que ese nombre no les hace justicia, aunque así es como se conocen en muchos puntos de Andalucía. Se pueden tomar solas, como acompañamiento a un plato de carne o si se quiere un plato redondo, sólo hay que freír un par de huevos y estrellarlos encima. Los ingredientes y cantidades que aparecen a continuación son sólo para dos personas.

Ingredientes:
2 patatas
1/2 cebolla
1 pimiento verde
2 dientes de ajo
aceite de oliva virgen extra
sal

Elaboración:
Se pone un poco de aceite de oliva virgen extra en el fondo de una sartén, como cuando vamos a hacer una tortilla de patatas. Se añaden la cebolla troceada, los pimientos también troceados y las patatas, cortadas en láminas, como cuando se va a hacer tortilla de patatas.

Se sazonan con un poco de sal y se deja a fuego bajo y se tapan para controlar mejor la cocción y evitar que se quemen. Su propia agua y el vapor que suelta la verdura hace que se cocinen sin necesidad de mucho aceite.

De vez en cuando se mueven con un poco de cuidado, para evitar que queden convertidas en un puré, y cuando esté todo bien pochado, se sube el fuego, para dorarlas un poco y así terminar de hacerlas.

Hoy las he utilizado como acompañamiento de un pollo al horno, receta que podéis recordar en este enlace: Pollo al horno.

Buen provecho.

martes, 1 de febrero de 2011

REVUELTO DE ESPÁRRAGOS, CHAMPIÑONES Y GAMBAS


Un plato que es muy socorrido y muy sencillo. No voy a descubrir nada nuevo, pero que no deja de estar riquísimo.
Esta es una de esas recetas versátiles, que lo mismo sirven para un roto que para un descosido. Se puede utilizar para relleno de volovanes, como acompañamiento de un plato principal, montado sobre una tosta de pan, como aperitivo y, por supuesto, como primer plato e incluso como plato único; siempre gusta.
Los revueltos, se pueden preparar con infinidad de ingredientes (siempre es preferible utilizar productos frescos). Aquí os dejo el último que he preparado.
Espero que os guste esta receta y disfrutéis degustándola.

Ingredientes:
1 manojo de espárragos trigueros frescos
200 gr de champiñones
200 gr de gambas
2 dientes de ajo
unas ramitas de perejil
6 huevos
6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
agua
sal

Elaboración:
Limpiamos y troceamos los espárragos trigueros en bastoncillos pequeñitos de igual tamaño. En un cazo con un poco de agua hirviendo y sal, blanqueamos los bastoncillos de espárragos trigueros durante 3-4 minutos (dependiendo de que los trozos sean más o menos grandes). Una vez blanqueados, los escurrimos y reservamos.

Lavamos bien los champiñones, los cortamos en láminas y troceamos las láminas en trozos más pequeños. Los salteamos en una sartén con seis cucharadas de aceite de oliva y los dos dientes de ajo troceados en brounoisse (cuadradito pequeño). Cuando esté blanda la seta añadimos los espárragos blanqueados y salteamos el conjunto durante 3 minutos.

A continuación añadimos las gambas, previamente peladas, y removemos durante otros 2 minutos.

En un bol, batimos los huevos con un poco de perejil y sal. Añadimos los huevos a la sartén del salteado de champiñones, espárragos y gambas revolviendo hasta que cuajen. Esta preparación del cuajado se realizará a fuego muy suave ya que el secreto del revuelto es que se quede cuajado pero meloso, es decir, que no se nos seque por exceso de calor.

Servimos el revuelto en un plato caliente (pasado previamente por el microondas).

Buen provecho.